5. Los ojos son el reflejo del alma

    Muchas veces me ha pasado después de hablar con la gente sobre mi profesión sentirme menospreciado en comparación con los médicos de otras especializaciones. Entiendo que con los otros os encontráis más a menudo por lo cual pareen ser más útiles. Los cardiólogos os ayudan cuando os duele el corazón (o por lo menos lo intentan) y los neurólogos muestran cómo controlar los nervios pero por dios (y que no se ofenda el cura del pueblo), tampoco se puede menospreciar la importancia del trabajo de los virólogos. Ya sé que no tiene sentido contaros lo fascinante que son los virus,  nadie me va a dar caso. Pero sé también cómo haceros pensar en eso.

    Hoy he tenido un sueño. Estamos en el año 2018 y nadie piensa en como fue la vida en los tiempos de cualquiera pandemia. Eso está claro, hay cosas más agradables a las que podemos dedicar nuestros pensamientos. Pero yo en mi sueño vi una realidad pandémica, una realidad donde el virus tenía el papel del protagonista. Vi una realidad donde todos nos teníamos que quedar en casa por unos meses, donde para entrar cualquier edificio teníamos que medir la temperatura y bañarnos en el desinfectante, donde al salir de casa nos teníamos que cubrir hasta la cara y la expresión ´te echo una mano´ se convirtió en una amenaza. 

    En esta realidad trágica me vi a mí también. Estaba buscando el amor de mi vida basándome solamente en los ojos de una mujer. No quiero parecer superficial pero tengo que admitir que la apariencia para mi es muy importante por lo tanto lo tomé como un desafío. En un momento de este sueño encontré una supuesta encarnación de belleza en un salón óptico, buscando las gafas. Al enterarse que era yo un virólogo aceptó mi invitación a dar un paseo. Poco después me desperté por ver lo inesperable que ocultaba su ´traje anti virus´. Ya veis, nunca se sabe que puede pasar en la vida y cuando nosotros, los virólogos, nos convirtamos en los héroes del mundo, los únicos que sepan como salvar la normalidad que tanto queremos aunque no apreciamos. Y… Cuidémonos, queridos lectores, que nadie quiere ver esa realidad pandémica fuera del sueño. Yo de seguro no, ya que me di cuenta que los ojos quizás son el reflejo del alma pero no del resto del cuerpo.

💊P.D. La lectura regular del blog del Químico me inspiró a buscar ritmos latinos. A propósito de mi sueño, he encontrado algo curioso que quiero compartir con vosotros…